¿Cuántas veces has intentado hacerlo todo bien y no te ha salido?¿Cuántas veces te has frustrado por intentar llegar a todo y no conseguirlo? Si la respuesta es muchas, déjame decirte que tiene un bello significado. Significa que Dios te ha puesto un deseo muy grande de amar, y de grandeza. Significa que tienes un deseo de hacer las cosas bien. El problema viene cuando no salen, cuando intentamos hacerlo perfecto y no sale. Sobre todo cuando le pedimos ayuda a Dios y tampoco sale…

Siempre que me pasa esto me pregunto: ¿Por qué Dios me pone este deseo tan grande si no lo puedo lograr? Dios me pide el 100% y nunca llego. Y por si fuera poco, este no llegar me frustra y me hace enfadarme con Él. ¿Así no hay quien entienda nada verdad? Sabemos que Dios es perfecto y que es bueno, por lo que hay algo que no estaremos haciendo bien.

  • La primera respuesta que se nos puede ocurrir a esto puede ser que el problema está en nuestra fuerza de voluntad, o que necesitamos más constancia o incluso pensar que estamos mal hechos, incluso llegar a pensar que somos unos inútiles que no valemos para hacer lo que tenemos que hacer. Pero esta respuesta nos deja insatisfechos, tristes y como una muy baja autoestima. Y si encima llegar a ese 100% está completamente fuera de nuestras posibilidades, la pregunta sigue sin responderse.
  • La segunda respuesta a esta pregunta puede ser que Dios me pide que tenga paciencia, que algún día llegaré a poder dar ese 100%, que es un deseo que se va a colmar más adelante. Pero… pasan los días, no hay ningún cambio y para que nos vamos a engañar, el no llegar me duele y me hace sentirme inútil. Y al final por mi debilidad acabo desconfiando de Dios y enfadándome con Él por hacer sufrir así.

Estas dos respuestas engloban la gran mayoría de soluciones que se nos pudieran pasar por la cabeza. Y nos acabamos dando cuenta que ninguna responde. ¡Y claro que no responden, el problema está en la base! Dios me pide que entregue el 100%.¿Y como llego a dar ese 100%? Respuesta fácil: no llegas. Sí. Que quede claro en tu cabecita, NO LLEGAS.Y lo mejor de todo… ¡NO TIENES QUE LLEGAR! Dar el 100% no es llegar, dar el 100% es ser Tú en lo que haces. Dar el 100% en ESTAR con mayúsculas. Y déjame decirte una cosa… ¡No hay nadie que pueda ser más «Tú» que Tú! Ese 100% que pide Dios, solo lo puedes llenar tú. Dios no te pide ser Dios y ser perfecto, te pide ser Tú.

Dios te quiere tal y como eres. Te ha creado bien y quiere tu felicidad. Y es tan grande, que pone un deseo único en tu corazón. Un deseo que solo puedes llenarlo tú y que se llena en Él. La mejor forma de SER tú, y de ESTAR, es siendo en Él. Aquí está la clave… Si intento llegar a algo que no soy, evidentemente me voy a frustrar. Pero si me dedico a ser «Yo» no hay equivocación. Sé que Dios me ha creado bien. Solo tengo que ser como me ha creado. El que ama y vive soy «Yo». Nadie puede ni amar ni vivir por ti. Ese es el privilegio de que Dios te haya creado bien.

Tienes la inmensa grandeza de poder dar lo mejor que Dios te ha dado ¡Y eres tú! No dejes que las personas a las que quieres, no puedan disfrutar de ti por intentar ser algo que no eres. Estas llamado a ser tú mismo. Y no hay nada más bello que puedas dar a los demás que quien eres.

Ahora se acerca la navidad… ¿Qué le quieres regalar a tus seres queridos? ¿Qué le quieres regalar a Dios? Yo voy a entregarme a ellos. Mi regalo principal estas navidades es ser real al 100%.