Ayer 26 abril fue mi cumpleaños y cumplí 23. Fue un día espectacular de principio a fin. Empezó con misa a las 9:30 y después un desayuno con churros en una reunión para preparar el campamento de la parroquia. El equipo de monitores no es un equipo cualquiera sino que es mi comunidad, mi fraternidad, mis amigos… A lo largo de la mañana estuvimos reunidos, preparando cosas y luego nos quedamos a comer juntos. Pedimos unas pizzas y disfrutamos de estar juntos. Me sorprenden con una tarta y una vela (solo el 2 del 23) y cantamos juntos el cumpleaños feliz. Y después de comer simplemente nos quedamos charlado, compartiendo nuestras cosas. Hablando de todo un poco y de nada al mismo tiempo. Incluso también llegando a hablar de cosas que llevamos en el corazón y que son verdaderamente importantes. Todo con mucha naturalidad. Con mucha sencillez. Todo muy “normal”. Vuelvo a casa para cenar y me encuentro con mis padres que me acogen con cariño y me cuentan que han hecho a lo largo del día. Y veo insurgente con mi madre en el sofá.
¿Por qué comparto todo esto? ¿Qué tiene que ver esto con YoyDios? Pues sinceramente todo. Un día tan sencillo pero que sin embargo estaba Dios por todos lados. Un día en el que el Amor de Dios ha rebosado por todas partes. Un Amor más concreto que nunca. Un Amor con rostros concretos. Cada uno de mis hermanos en la Fe con los que he compartido la eucaristía, mis padres, todos los amigos que me han escrito por whatsapp (amigos de todas partes de España e incluso de fuera). Rostros concretos en los que Cristo resucitado se ha hecho presente y se hace presente cada día y hoy de una manera realmente bella. Cada gesto, cada mirada, cada risa, cada palabra… TODO era un regalo de Dios para mí. Sé que esto lo hace todo los días pero quizás hoy por ser mi cumpleaños estaba atento a los “regalos” que pudiera recibir. Y solo puedo dar gracias al ver que TODO venía de Él. Una vez más pudiendo hacer experiencia de ser hijo amado de Dios. De que como hijo, TODO, me lo da mi Padre. Dios es mi Padre, me ama, me cuida… Y no como algo etéreo o abstracto. Él por su inmenso amor se ha hecho presente en rostros concretos. Ese es su modus operandi. A maría magdalena le dice no me retengas vuelve con los apóstoles, porque en ellos se encontrará con Él de nuevo. Porque esa es la modalidad que ha escogido. Los de Emaús hacen lo mismo. Los apóstoles hacen lo mismo. San Pablo en sus cartas habla de lo mismo. Esperamos muchas veces encontrar a Dios fuera de lo que ya tenemos delante. Pero Él ha querido quedarse cerca. Como dice una canción de Hakuna “Mírale en los ojos de los demás. Es cada acto de caridad. Es la tontería de pensar en alguien. Sentir alegría al abrazarle” (El arte de vivir). Así de sencillo, así de maravilloso, así de grande, así de tierno. Para ti, para mí. Un formato completamente personal, bello y lleno de amor. Hoy que ya soy un año más sabido jeje. Te invito a levantar la mirada y sorprenderte de que Cristo resucitado está verdaderamente presente aquí contigo, de una manera concreta, en un rostro, en todo. Levanta la mirada y mira al resucitado que se te regalada en todo momento. Vive como hijo, amado del Padre, confiado y atento para no perderte nada.
Gracias Señor por este día, gracias por la luz que me has dado para poder verte y conocerte más. Gracias por todas las personas que me acompañan en este camino hacia ti. Y enséñame a ser hijo, hermano, amigo…
Hazme como tú.